La jornada electoral del 24 de mayo
ha arrojado un resultado que, no por esperado, ha sorprendido a la mayoría de
las fuerzas concurrentes, incluyendo al PA, partido ganador de lejos, cuyos
resultados han sobrepasado con creces, las expectativas más optimistas por su
parte.
A grandes trazos, el PA ha barrido
con 6.757 votos (52,4%), aventajando en 4.000 votos a la segunda fuerza, en
este caso el PSOE. El PA se ha llevado la parte del león de los votos que ha
perdido el PSOE, pues de los seis concejales de más que ha obtenido el partido
andalucista, al menos tres han venido de un electorado socialista absolutamente
decepcionado con la trayectoria y la candidatura de un partido al que siempre
han votado. Los otros tres los han aportado PIDECO, cuyo concejal ha sido trasvasado
directamente, y el PP que perdió dos de los tres concejales que tenían en el
anterior mandato.
Así pues, el PA, además de
fagocitar a los dos concejales del PP y absorber el de PIDECO, ha aprovechado
bien estos dos años de gestión municipal, desde la moción de censura de 2013,
para derrotar de forma inmisericorde al anterior gobierno (PSOE), restando tres
concejales que han sumado a su mayoría absoluta. Claro que mucho tiene que ver
en ello el estado catatónico en que se han encontrado los socialistas estos dos
últimos años, que prácticamente habían desaparecido del ayuntamiento y del
pueblo.
Sobre el PSOE, qué se puede decir
que no pongan crudamente de manifiesto los números: ha perdido 3.656 votos de
los que obtuvo en 2011, y más de la mitad del porcentaje de entonces, pasando
de diez a cinco concejales. Han repartido votos y concejales: tres al PA y dos
a Coria Puede, por lo que se le ha ido electorado a derecha e izquierda. Ha
supuesto el peor resultado electoral del PSOE en Coria, con el apoyo más bajo
de la historia de la democracia (2.757 votos, 21.38%). Ha quedado así laminado
por sus dirigentes y costará muchos años poner de nuevo a la organización en
disposición de volver a ganar unas elecciones municipales.
Si la ejecutiva no dimite, con su
secretario general a la cabeza, y Sevilla sigue mirando para otro lado, será
una tarea de gigante hacer la travesía del desierto que queda por delante, y
sobre todo, encontrar quién la lidere, porque el grupo de concejales electo no
tiene el peso específico suficiente, a mi entender, para tomar sobre sus
hombros esta responsabilidad. Es hora pues de efectuar una auténtica catarsis,
y de poner al frente del partido a gente nueva, que no esté contaminada por el
pasado reciente, y que tenga voluntad y ganas de arremangarse y echarle muchas
horas para reconquistar la confianza perdida de los corianos.
El PP ha recibido el abrazo del
oso. La coalición con el PA no le ha beneficiado, al contrario, como ya he
comentado, la derecha coriana ha votado mayoritariamente a caballo ganador. El
PP ha perdido más de la mitad de sus votos de 2011 y dos tercios de sus
concejales. No parece que el negocio haya salido muy bien, a no ser que se
considere por bien empleado en aras de la mayoría absoluta del PA, al fin y al
cabo una opción conservadora, que colma las aspiraciones de liberales y
centristas de no soportar un gobierno socialista. Además, entra dentro de lo
posible que el PA le haga un hueco en su gobierno, agradeciendo así la lealtad
de los concejales populares hacia el alcalde, explicitada en su apoyo a la
moción de censura de 2013.
Coria Puede, nueva fuerza en estas
elecciones, ha obtenido 1.327 votos (10.29%), que en su mayoría, como en las
autonómicas han llegado del PSOE, y unos cuantos de IU. Ha sacado dos concejales
cuando no tenía ninguno. No obstante, han perdido respecto a las autonómicas
1.000 votos, en números redondos, con lo que se demuestra que en las elecciones
municipales juega un factor humano que cuenta poco en otras consultas de
ámbitos más amplios. Habrá que ver como se desenvuelven sus dos concejales en
estos cuatro años, y si la tarea de oposición que realizan es sensata y pegada
a la realidad del pueblo, lo que le permitiría seguir creciendo para afrontar
próximas elecciones.
Así llegamos a Izquierda Unida.
Domingo González, que con su apoyo contra viento y marea hizo posible la ya mencionada
moción de censura, acertó de pleno en su decisión de acabar con el caciquismo y
el despotismo (no ilustrado) del anterior equipo de gobierno. De los 1.039
votos (6.85%) que obtuvo en 2011, ha mantenido 808 votos (6.27%), es decir ha
perdido 231 votos y 0.55% de porcentaje. Ha sido un precio mínimo pagado frente
la feroz campaña del PSOE contra el hombre que los echó del gobierno y abrió
las puertas de la alcaldía a Modesto González.
El electorado de IU ha entendido
perfectamente (en definitiva, fue una decisión de la asamblea de IU) el paso al
frente dado por su representante municipal, y así lo han refrendado en las
urnas. Por tanto, lo que queda por ver será cuál es el nuevo papel opositor de
su concejal en un escenario de mayoría absoluta del PA. Lo que sí parece claro
es que Domingo González ha quedado libre del compromiso adquirido al apoyar la
formación del actual gobierno en funciones, y de que su electorado ha valorado
positivamente los redaños empleados para enfrentarse al, hasta entonces,
omnipotente J.V. Franco, por lo que le han mantenido en su sitio en la nueva
Corporación Municipal.
“Quién a hierro mata, a hierro
muere”, nos dice el refranero, y en esta ocasión parece pensado para el
Ayuntamiento de Coria del Río. J.V. Franco accedió a la alcaldía por una moción
de censura (ésta sí apoyada por un tránsfuga del PA, y que hoy sería ilegal)
tres meses antes de las elecciones, y otra moción de censura (legal y legítima)
lo desbancó de la misma, abriendo la alcaldía a Modesto González. El
pueblo soberano, en la única encuesta
válida, la de las urnas, ha dado la
razón a unos y se la ha quitado a otros. Espléndida lección que el pueblo de
Coria ha brindado a todos los partidos, los ganadores (PA) y los perdedores
(PSOE). Y es el pueblo el que gana, porque unos y otros saben ya
fehacientemente que, antes o después, a todos pone en su sitio. Al final,
siempre resumimos nuestras expectativas individuales y colectivas en “al andar
se hace camino, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de
volver a pisar” (Antonio Machado). Lección de filosofía gratis que el pueblo da
a los que pretenden gobernarlo de espaldas a la realidad.
Coria del Río, a 28 de mayo de
2015.
César Santiago Fernández López
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