En nuestra opinión, Coria no ha sido por tradición muy carnavalera. Otras fiestas han tenido la prioridad en el gusto de corianos y corianas.
De todas formas debemos hacer notar que las primeras fiestas de Carnaval en Coria del Río datan de 1855, aunque parece ser que desde el primer momento comienzan con restricciones, y así por ejemplo se prohíbe la careta de día y de noche, medidas que se endurecieron en los años siguientes prohibiendo entrar en establecimientos públicos y casas particulares con careta "si antes no se han identificado para poder así responder de los excesos o destrozos que cometan".
El carnaval, con su alegría desbordante, terminó por Decreto al comienzo de la dictadura de Franco, y aunque otras poblaciones lo conservaron enmascarándolo bajo la denominación de «Fiestas Típicas», en nuestro pueblo desapareció por completo.
Con la vuelta de la democracia se recuperan, entre otras tradiciones perdidas durante la dictadura. En Coria vuelven a celebrarse las fiestas de Carnaval en febrero del año 1988, gracias a la iniciativa del entonces Concejal de Cultura Juan Francisco Canterla (que por su procedencia “Ayamonte” llevaba bien inculcadas las raíces carnavaleras), y que durante varios años, hasta que termina su mandato, impulsa y anima estas fiestas que comienzan su nuevo recorrido, siguiendo el estilo de los famosos Carnavales de Cádiz, con un concurso de comparsas y chirigotas y el desfile de máscaras que culmina en el baile de carnaval. Estos actos adquieren en pocos años una gran pujanza y vistosidad.
Desgraciadamente con los cambios políticos que se suceden a lo largo de estos años, también cambian los delegados de festejos, algunos de los cuales no prestan a esta fiesta naciente en nuestra población la atención debida. Esto, unido al poco arraigo que estas fiestas tienen en la población hace que vayan languideciendo con el tiempo hasta casi desaparecer.
Con posterioridad y desde la época de Gregorio Sosa como Delegado de Festejos, se intenta, con más o menos acierto, por parte del Ayuntamiento, revitalizar estas fiestas que, aunque en algunos aspectos parece ser que van cuajando, no acaban por alcanzar la categoría que un pueblo como Coria se merece.
Dejamos a la consideración del lector, y a través de sus comentarios, el expresar los aciertos y carencias de nuestro carnaval aunque, de todas formas, os prometemos un nuevo artículo en el que profudizaremos en esos aspectos tanto positivos como negativos sin dejar de mencionar las "carencias" que a nuestro juicio existen.