ATENEA LO CLAVA CON EL OLIVO: EL NOMBRAMIENTO DE ATENAS

 

Cuentan los antiguos griegos que Atenea, diosa de la sabiduría y la guerra, compitió contra Poseidón, señor del mar, por ser la protectora de la ciudad de Atenas; que en ese momento no tenía nombre. Ella creó el olivo y el dios hizo brotar una fuente de agua salada. En la versión más popular del mito, fueron los propios ciudadanos los que eligieron a su patrón. Las mujeres votaron a Atenea y los hombres a Poseidón. La diosa ganó, pero como consecuencia (y para aplacar la ira del dios) se les quitó el derecho a voto a las chicas.

Este es uno de los mitos que más me llamaron la atención cuando empezó a interesarme la mitología, principalmente porque es sorprendente que en un mito de hace tantísimos años una mujer pueda competir al mismo nivel que un hombr, a pesar de la injusticia que tuvo lugar después. Atenea es una de mis diosas favoritas  debido a que es la que más defiende la igualdad (tal vez solo por detrás de Artemisa) y tras su nombramiento como patrona, la ciudad se convirtió en una de las más influyentes de toda Grecia. Es la perfecta demostración de que las mujeres también son fuertes.

Yo creo que este mito debería ser mucho más conocido, ya que muestra una realidad a la que mucha gente hace la vista gorda. En este mito se ve que cuando las mujeres logran “ganar” o que su opinión se valore por encima de la de los hombres se les quita algo a cambio, en este caso el derecho a voto. En muchos lugares a las mujeres no se las toma en cuenta y me parece sorprendente que hoy en día sigamos presentando una situación similar a la que se nos plantea en este mito de hace tantos años.

En conclusión, creo que estos mitos son más que extrañas historias que los antiguos griegos contaban para dar respuesta a cuestiones que, en ese momento no la tenían. Nos pueden enseñar cosas importantes y no deben quedarse en el olvido. 

Cayetana Veloso Rivero